Huevos de Artemia Salina para eclosionar.
Para incubar los Huevos de artemia, necesitaremos, un recipiente para incubar los huevos, agua del acuario (o sin cloro), sal de costa y una bomba de aire con un difusor.
Vierta el agua (a temperatura ambiente, no demasiado fría) en el recipiente y añada una cucharada de sal por cada litro de agua. Mezclar bien para que la salinidad sea homogénea y añadir cerca de 1 gr. de huevos. Entonces enciende el aireador y pon el difusor en el agua. Es muy importante que haya un movimiento constante de agua y oxigenación.
Lo ideal es mantener la temperatura alrededor de los 24ºC. A esta temperatura los huevos tardarán unas 24 horas en eclosionar. A temperaturas más bajas tardará más tiempo; a temperaturas más altas tardará menos de 24 horas, pero no es aconsejable superar los 28 o 30ºC porque los huevos ya no son viables y los nauplios, si salen del huevo, mueren por el calor.
Después de 24 horas veremos pequeños puntos naranjas nadando de forma bastante irregular, como si estuvieran saltando. Estos son los nauplios, las larvas recién nacidas de Artemia. Vamos a apagar la aireación para que la corriente no los saque. Las cáscaras de los quistes de los que salieron los nauplios son muy ligeras y sin corriente para moverlas, flotarán. Los huevos que aún no han eclosionado pesarán más y se hundirán. Los nauplios nadarán en la columna de agua a diferentes alturas.
Para recogerlos sin tomar cascaras o huevos sin eclosionar (ídem, y también se les puede dar otra oportunidad de eclosionar en 24 horas), es útil utilizar una jeringa o una pera y succionarlos.
Los nauplios tienden a acercarse a la luz. Si colocamos una antorcha con una luz muy fuerte, veremos cómo cada uno empieza a nadar (a su propio ritmo) hacia la luz, lo que también es útil para enfocarlos en un punto antes de aspirarlos. Si nuestros peces son de agua salada, podemos alimentar el nauplio directamente. Si se trata de agua dulce, no es práctico poner agua salada en el acuario, por lo que tendremos que recogerla en un tamiz.
Otra opción que encontramos en el mercado es la eclosión de la artemia en al eclosionador hobby. No necesita un aireador y tiene un sistema muy práctico para recoger los nauplios.
Los nauplios de los recién nacidos son los más ricos en nutrientes porque todavía contienen parte del saco del ternero (la reserva de alimento de la larva dentro del huevo) que es muy nutritivo. En las horas posteriores a la eclosión, consumen este saco vitelino y deben empezar a comer para perder algunas de sus propiedades. Si por el tamaño de los peces o por cualquier otra razón, hay que mantener los nauplios para que crezcan un poco más, hay que alimentarlos con fitoplancton, que son microorganismos vegetales y microalgas, que forman parte de lo que conocemos como agua verde estancada. Los nauplios son alimentadores de filtro y se alimentarán fácilmente de este fitoplancton, que los enriquecerá aún más. Lo que los nauplios coman será en última instancia lo que los peces comerán cuando los alimenten.